Walter Rosenthal, gerente general de la incubadora chilena Chrysalis, afirma que hay que construir un vínculo entre el capital privado y el emprendedor. En Perú, abundan los emprendedores, pero no los inversionistas que apuesten por sus proyectos.

Para ejecutar exitosamente una idea de emprendimiento, es necesario contar con el financiamiento del sector privado. Y Walter Rosenthal, gerente general de la incubadora de empresas Chrysalis, sostiene que, en el mercado peruano, todavía no existen inversionistas que sepan invertir en proyectos de emprendedores.

“Pese a que el capital está disponible, lo que no ocurre es que fluya en la etapa de emprendimiento inicial. Y eso se da porque el emprendedor desconfía del inversionista, a propósito de que no lo conoce y tiene prejuicio de que el inversionista se va a aprovechar de él y, por otro lado, el inversionista tampoco está familiarizado con inversiones en etapas tempranas de proyectos que exhiben un nivel de riesgo alto”, afirma el experto chileno.

Aunque sí existen muchos proyectos de emprendimiento en Perú, Rosenthal opina que todavía “se tiene que construir un vínculo entre el capital privado y el emprendedor (para facilitar) el acceso al financiamiento. Ahí hay un capítulo que acelerar porque, en cierta medida, esto permite que los emprendedores se estimulen”.

Para acelerar este proceso, es necesario generar un cambio cultural en los emprendedores y en los posibles socios capitalistas, agregando mucha información y propiciando un diálogo entre ambos.

En cuanto a los emprendedores, Rosenthal afirma que deben aprender a aterrizar su proyecto y hacerlo rentable.

“Siempre hay emprendedores que basan toda su propuesta en una solución tecnológica o en su oferta. Cómo monetizar el proyecto o cómo obtener más clientes son preguntas que el emprendedor se debe hacer para convencerse que vale la pena hacer ese negocio y para convencer a entidades e inversionistas que le brindarán apoyo (…) El emprendedor tienen la visión de ser un magnate, y tiene una solución, pero el camino no lo tienen muy claro”, señala.

Gracias a un acuerdo entre la incubadora Chrysalis, de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, y el Centro de Innovación y Desarrollo Emprendedor de la PUCP, emprendedores chilenos podrán desarrollar su idea de negocio en Lima y los emprendedores peruanos irán a Chile a ejecutar su proyecto.

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