La fiebre mundialista se ha apoderado de los peruanos y no es extraño ver por las calles a niños, adolescentes y adultos con camisetas de la selección o reuniéndose para intercambiar figuritas. La población peruana se muestra muy gratificada por los éxitos logrados y, ahora, muy expectante por lo que podamos lograr en Rusia en pocas semanas.

Desde que se inició la buena racha de la selección de fútbol, en los peruanos se empezó a generar una mayor expectativa y con ello un natural incremento de la ansiedad, que puede llegar a dificultar la función adaptativa.  Aunque se trata de una situación favorable, es importante advertir que dichas expectativas despertadas podrían desencadenar una serie de problemas con directa repercusión para la salud.

David Jáuregui, director de la escuela de Psicología de la Universidad Norbert Wiener, alerta que los niveles de ansiedad en la población se van elevando conforme nos acercamos al inicio del mundial: «Muchos peruanos experimentan una gran identificación con los logros obtenidos, elevación de la autoestima y de sentimientos gratificantes. De otro lado, la exacerbación puede traer consigo efectos contrarios en el control cognitivo y emocional. Un manejo poco razonable en situaciones de estrés podría propiciar comportamientos imprevisibles, ante la incapacidad para controlar la frustración, como el ocurrido recientemente en una librería, por el afán de conseguir las ansiadas figuritas para el álbum del mundial de futbol».

En plena competencia por las eliminatorias, se observó que muchos hinchas llegaron incluso a somatizar la ansiedad que les generaba ver jugar a su selección. «Pudimos observar que algunas personas no solo registraron mayor dificultad para controlar su ansiedad, sino que reportaban conflictos para conciliar el sueño, alteraciones psicosomáticas, reacciones emocionales desproporcionadas, que podrían derivar en trastornos de ansiedad, depresión o ataque de pánico. Es interesante observar que estos casos suelen presentarse con mayor incidencia en hombres que en mujeres, lo que podría explicarse por razones de índole socio cultural «.

Pero no todo es negativo. El Dr. Jáuregui señala que los peruanos nos hemos llenado de optimismo, atenuando en gran medida la difícil situación política por la que atravesamos meses atrás. Es así que, los comportamientos orientados, por ejemplo, a la colección de álbumes han tenido especial impacto en la familia, pero también han ayudado a generar nuevos espacios de concentración que sirven como agentes liberadores de tensiones, de contacto y cooperación social que se observa también en los centros de estudios y de labores como en las redes sociales.

El especialista recomienda tomar las cosas con prudencia sugiriendo situarnos en el presente, para afrontar con optimismo razonable las consecuencias de lo que está por venir y disfrutar lo maravilloso del deporte y su impacto favorable, especialmente para nuestra salud psicológica.

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