Según el Plan Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (PLANAGERD), la población vulnerable a riesgos y desastres en Perú se estima en más de 18 millones de personas. Asimismo, el gasto destinado a reparar los daños que dejan los diversos desastres en el país es de aproximadamente 72 millones de dólares anuales. Sin embargo, la inversión en prevención y gestión de riesgos podría reducir considerablemente los daños y pérdidas materiales y humanas.
Ante este escenario Save the Children impulsó un programa piloto en los barrios urbanos de Carabayllo, uno de los cinco distritos con mayor riesgo sísmico, para aumentar su resiliencia frente a los desastres. La sistematización de esta exitosa experiencia, que podría ser replicable en todo el país, se presentó el miércoles 25 de octubre en el Hotel Meliá, y contó con la participación de las principales autoridades políticas, económicas y diversas organizaciones de la sociedad civil.
Este proyecto ha incrementado la capacidad de respuesta de más de 50 mil pobladores frente a los desastres y ha desarrollado conocimientos para la identificación y mitigación de sus efectos a través de la adopción de políticas y prácticas sobre la gestión de riesgo de desastres (GRD). El conocimiento sobre cómo actuar en eventos sísmicos, deslizamientos y activación de quebradas secas a causa de lluvias, ayudará a reducir considerablemente la cantidad de afectados y ahorrar dinero ya que por cada dólar invertido en prevención se ahorra siete dólares en las posibles consecuencias.
La importancia de las organizaciones barriales ante los desastres
Un terremoto de 8 grados dejaría, según estima el Instituto Nacional de Defensa Civil – INDECI, 51 mil muertos y 686 mil heridos solamente en la ciudad de Lima. Ante esta terrible situación, Henry Flores, Coordinador de programas de Save the Children, considera que “La participación de la población será la que pueda reducir el riesgo ya que si no hay participación no habrá una respuesta correcta para atender la situación”.
Por ello, el desarrollo de este proyecto en la zona “El Progreso” ha puesto mucho énfasis en el trabajo con las organizaciones barriales y escuelas, componentes trabajados en los diversos proyectos realizados en todo el país a cargo de Save the Children.
“Hemos trabajado proyectos similares en Piura, Trujillo, Chiclayo y demás ciudades urbanas, pero también en comunidades rurales. El enfoque es muy práctico en cuanto a metodología para poder ser aplicado en otras ciudades del país. Actualmente se están trabajando planes de desarrollo urbano, económico, pero no el enfoque de gestión de riesgos, lo que nosotros hacemos centrado en los barrios, acercando a la comunidad para que sean conscientes a los riesgos a los que se exponen cuando construyen sus casas o negocios”, resaltó Flores.